23 jun 2012

Té para tres.



                                                                     

    Existen hilos conductores. No sé si son espirituales, intelectuales o simplemente azarosos, pero son. Están. Existen para todos nosotros, que nos demos cuenta o los ignoremos es otra discusión. Me pasó mil veces, lo reflejé con Wim Wenders en este lugar. Quizás estoy empecinado en registrar esos lazos incomprobables, lo cierto es que no me contenta aquella sentencia que dice "la vida es una tómbola", atribuyendo a la casualidad toda situación extraordinaria

    Borges escribió un poema, vaya uno a saber pensando en qué; tarea imposible ingresar en ese universo magnífico que es la imaginación del escritor argentino. Pedro Aznar le puso música a ese hermoso Poema, lo cantó acompañado por Mercedes Sosa. El resultado es una canción maravillosa, la combinación perfecta entre la Música y la literatura. Uno puede pensar que el hecho de componer conjuga siempre estas artes, sin embargo aquí se trata de otra cosa. No es el empeño de un músico por cuadrar la letra en la melodía, no hay un tirón de pelo semántico, un amontonamiento forzado de palabras para establecer una rima. No importa la rima, no existe. En Caja de Música la melodía es a la letra una suave tela que la acoge, la acompaña y la complementa a la perfección.

Música del Japón. Avaramente
De la clepsidra se desprenden gotas
De lenta miel o de invisible oro
Que en el tiempo repiten una trama
Eterna y frágil, misteriosa y clara.
Temo que cada una sea la última.
Son un ayer que vuelve. ¿De qué templo,
De qué leve jardín en la montaña,
De qué vigilias ante un mar que ignoro,
De qué pudor de la melancolía,
De qué perdida y rescatada tarde,
Llegan a mí, su porvenir remoto?
No lo sabré. No importa. En esa música
Yo soy. Yo quiero ser. Yo me desangro.





   George Harrison -otro nene- nos regaló en el año 1987 un trabajo cuyo título refleja claramente el mensaje del álbum: Cloud Nine. Esta expresión, Cloud Nine,  está harto presente en los angloparlantes, podés encontrarla en las canciones (sin buscar, recuerdo una de Bryan Adams) en libros o en las películas. La traducción literal no sirve, "nube nueve" transmite lo mismo que medio kilo de pan; una interpretación válida de estas palabras equivaldría a "estar en el cielo", rebozante de alegría, tocar el cielo con las manos, sentirse en el séptimo cielo...En conclusión, un estado pleno. De este disco hubo un single que se popularizó y aún sigue sonando hoy, I got my mind set on you. Para sorpresa de algunos -como yo-, ese hit pegadizo es un cover de una vieja canción de los 60. El resto del disco carece de melodías Beatles, tampoco tiene semejanzas con All thing Must Pass, la placa más lograda de Harrison en solitario y, para muchos, el mejor disco de un Beatle Solista, afirmación que dudo en compartir; Lennon y McCartney no se quedaron precisamente quietos después de separase. Como sea, el disco es más que aceptable, en lo personal me costó escucharlo entero; yo venía del Unplugged de Nirvana, de Pearl Jam, de Stone temple pilots y Cloud Nine es totalmente diferente. Las canciones que mas me cautivaron de ese disco las registré en una duermvela: Someplace Else y Breath Away From Heaven. Recuerdo que terminó el disco y busqué nuevamente las canciones para ver si efectivamente yo había escuchado lo que me pareció escuchar. Nunca lo sabré, la alteración que da el sueño me distorsionó las melodías, sin embargo registré Breath Away From heaven atrapando apenas algunas palabras en su idioma original. 

   Cuando escuché por primera vez Breath Away from Heaven me acordé de que existía. Así de Paradójico. Desconozco si se trata tarea de estudio de neurociencia o qué, no sé cómo pasa, cómo se da que uno siente que recuerda algo al momento de conocerlo. Quizás es una mera falta de  sincronización cerebral, un episodio similar a un Déjà vu. Un pequeño cortocircuito cerebral al que un iluso como yo trata de darle un sentido mágico.


  In another life
  I woke up dreaming with a sigh
  As the morning light
  Was painting whispers of a joy

  And I was in the candlelit bedroom
  Enchanting beauty shimmering magically
  Like an irridescent cloud
  Being blown by a westerly wind

  She can move your soul without you knowing
  She can take your breath away from heaven

  And I was captured by her loneliness
  A wounded tiger on a willowy path
  Like an opalescent moon all alone
  In the sky of a foreign land

  She can take your breath away from heaven
  She can move your soul without you knowing
  She can take your breath away from heaven
  She is like an everlasting blossom
  She can take your breath away from heaven



   Breath away from heaven y Caja de música tienen hilos conductores que se entrelazan. A veces pienso que son lo mismo, que hablan de lo mismo. El primer denominador común entre ambos es Japón. Es personal, quizás entre estas obras no haya nada en común, en ambas canciones lo primero que se me viene  a la mente es una pagoda. En Caja de Música es explicito, en la canción de harrison es el inicio instrumental lo que sugiere una presencia oriental. Las similitudes están también en la letra aunque no sé describir cómo o cuáles son las similitudes. Ambas canciones hablan de un más allá, no en el sentido de la muerte, sino de un mundo paralelo, mágico, pasado. Podremos incurrir en análisis de todo tipo, termino por creer que la melodía que Borges rememora es la canción de Harrison. No hay tiempo. Hay una espacio fuera de las dimensiones que uno alcanza, y ahí está Borges escuchando la canción de Harrison.